La Generación Fiel

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Fidel Herrera le apostó a los jóvenes, ha sido el único gobernador de Veracruz que ha apostado por los nuevos cuadros para renovar un partido que se ha distinguido por tener año tras año a los mismos candidatos, la generación de la fidelidad está formada por jóvenes talentosos que actualmente son mayoría en puestos de gobierno.

El Resultado de 6 años de gobierno joven es el abanderamiento del candidato Priista a la gubernatura del Estado, Javier Duarte, quien a sus 36 años tiene enfrente el reto más grande de su vida, tratar de ser gobernador.

Esta apuesta de la cual miles de jóvenes se sienten orgullosos, no sólo es producto de la buena visión del gobernador en nuestra capacidad de innovación, sino de su bien pensada estrategia electoral de cara a las elecciones de las que saldrá su sucesor.

La apuesta de Fidel Herrera fue de gran visión, tan grande que no alcanzarían a verla los jóvenes que hoy lo siguen, jóvenes que al recibir la primera oportunidad de protagonizar la vida política y laboral, se sabrían identificados, agradecidos, “fieles con la fidelidad”.

Y no sólo por el peso demográfico que aglutina la población joven, sino por la facilidad de asombro y deslumbre que nos caracteriza y que hace de un color, una rola, un buen pretexto y ¿Por qué no? una buena lana, hacer de la nada una moda generacional, la moda de la “Fidelidad”.

Esta moda fue el show perfecto en la cual se canalizó energía joven, pero también donde se enfocaron los ojos sociales, ojos que veían con agrado oportunidades, pero con escepticismo las verdaderas decisiones, las decisiones de Fidel.

Hoy rinde frutos esa apuesta que hizo Fidel, ya que sólo son jóvenes los que apoyan su causa, aunque no todo joven es fidelista; Sólo son jóvenes lo que ven con confianza las promesas fieles, y sólo son jóvenes los que apoyan la continuidad de la fidelidad.

El resto, jóvenes escépticos, familias, profesionistas, adultos mayores, en fin, el resto de la población, hoy no está con él, mas aún, muchos jóvenes han decidido bajarse de ese barco que hoy se hunde y lucha por mantenerse a flote gracias a la admirable entereza de los jóvenes.

Entereza de poder pararse en un crucero ante la inclemencia del sol, ondeado banderas rojas sin cesar, entereza de poder subirse a un autobús a robar envidias, entereza, más bien falta de pudor, de dar propaganda en shorts que poco dejan a la imaginación (Gracias), entereza de poder gritar, pelear y enfrentar, guiadas por pasión más que por argumentos, a cualquier sujeto u objeto que tenga una mancha azul, entereza de tomar una gran oportunidad laboral, ignorando la responsabilidad que le acarreará los malos manejos que dejo su antecesor, entereza de soportar viajes intensos con una sola comida al día, entereza de poder ir a plantarse a un mitin del “enemigo” con la orden de gritar “pederasta” y “violador”, a expensas del desborde de pasiones y reacciones.

Los jóvenes fieles son admirables, ciegos, pero de verdades admirables, convirtieron el ego de un gobernante en una moda sexenal.

Qué lástima que la entereza y valentía del candidato que los abandera, no les llegue ni a los talones.