El Error: Subestimaciòn

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Mi decisión de voto será tan arbitraria como las opiniones que ahora escribo, y así será para muchos veracruzanos que este 4 de Julio elegirá gobernador y diputado; Las estrategias en los bandos son bien planeadas, y subestimarlas es un factor de riesgo que varios de nosotros los jóvenes usamos sin cuidado.

A poco más de 60 días para la elección, las encuestitis contagiará las portadas mediáticas en el estado, y como es sabido no se harán esperar reacciones acusando de “cucharas”, o contraofensivas con más encuestas.

Lo que no tomamos en cuenta de estas encuestas es que ninguna miente, simplemente la metodología es diferente para cada cliente, e independientemente de la certeza de cada firma, lo cierto es que los números son rigurosos en su impresión, pero volubles a circunstancias, algo que también subestimamos.

Y tal vez ese sea el fiel de la balanza, que equipo sea el más experimentado para no llevar la subestimación a un panorama de confianza, que en política es lo más fácil de quebrar.

La generación de la fidelidad, con 6 años de campaña, ha llevado a una nueva generación a participar activamente en política, y que no ha conocido otra cosa que la victoria; Javier Duarte encabeza ese ejercito joven que se apresura a gobernar sin tomar en cuenta la vulnerabilidad de su figura, tomando el riesgo de la subestimación política que ya he mencionado, apelando a su estructura y la relativa confianza que impera en su equipo.

Y aunque ahora soy apolítico y me daré el lujo de votar por quien me convenza, confieso que formo parte de esa generación (y somos muchos) que cree conocer de política, caracterizado por tener una visión corto plazista y buscar convencer de estimaciones que damos por sentadas, Gran Error.

Y lo anterior sirve como sustento para voltear a ver con más detenimiento y altura las demás opciones políticas, que si acaso no son visibles en las lecturas diarias, son una opción que muchos ciudadanos verán con más atracción por ser una oferta novedosa.

Cada candidato tiene su agenda, y la lectura que la nueva generación hace de ellas, de forma errónea y apresurada, es lo que mantiene a la estructura oficial cometiendo errores de fácil detección. Subestimación.

Desde que supieron la aspiración de Yunes de ser gobernador, no hubo otra cosa que el ataque sin cuartel, apelando adelantarse a la estrategia que a él lo ha caracterizado, la ofensiva cruel fue lo único que se esperó vendría de él; Ahora lo hacen mártir y así mantendrá su campaña. Subestimación

Creyeron que la oposición llegaría con una cargada celestial que aplastaría varias dependencias, y al ver que no fue así, se escuchan comentarios: “Yunes es un zacatón” “Yunes no levanta” “Duarte es mejor”, lo que no vemos, por nuestra visión corto de corto plazo, es que ya eliminó de la mente de la nueva generación, esa figura que tanto se habían encargado de satanizar. Subestimación.

Ahora creen que las voluntades están de su lado, y su influencia basta para avasallar, lo que no les queda claro es que como ciudadanos nuestra percepción y voluntad cambia por con cada circunstancia y mucho más rápido que el “fast track”. Subestimación.

Apelan a una estructura organizada e identificada, que ha conformado una red que ha recuperado el poder, lo que no vemos es que ese mismo factor vuelve más egoísta y cruenta la batalla por él, no habrá desbandada, habrá voluntades compradas operando con sigilo y en silencio. Subestimación.

Y tal vez yo subestimo a los actores, lo que me convierte mi percepción en otro gran error, pero algo es cierto, nadie, absolutamente nadie es dueño de la razón, y cualquier juicio emitido será tan solo otra opinión.

Por ahora mi voto lo obtendrá quien muestre en esta campaña estrategia y originalidad, que como van las cosas ninguno lo obtendrá. Subestimación.